Laura Febres, tiene 55 años, siempre ha sido ama de casa y se dedica a cuidar sus 4 nietos. Sufrió de cáncer, histiocitoma, tiene una herida en la cabeza lo suficientemente grande que hasta se le ve el hueso del cráneo y utiliza una bandana para cubrirse del sol mientras está en los trancazos cerca de su casa en San Diego, por la Embotelladora. Esta mujer no debería salir a exponerse al sol con esta herida, después del cáncer que sufrió y aun así la vemos aquí, ¿qué más resiliente que ella? Es por eso que ella es parte de los #RostrosDeLaResiliencia"
"Este país donde todos eramos hermanos y ahora no porque estamos dividido, debe unirse y de verdad lo que más deseo ahorita para Venezuela es eso. Por mis hijos, mis nietos, los chamos que están luchando por su futuro, de verdad esto tiene que ser por todos. Quiero recuperarla"
"Necesitamos más gente que se nos unan. Necesitamos más gente en la calle y más motivación. De verdad. Yo estoy saliendo desde no hace mucho, porque me dio una infección, pero si me he dado cuenta que mucha gente está apática."
"Sueño la Venezuela de antes. Si había corrupción y no es que lo este defendiendo pero no como vivimos ahorita. Sueño libertad y poder hacer lo que uno desee. Sueño con que todos los jóvenes puedan estudiar y cumplir sus sueños aquí. En fin, sueño muchas cosas."
"Mira, la frase final es: que todos se unan a esta lucha, que es la única que nos va a sacar de este trance. No hay motivo para dejar de luchar por Venezuela, por nosotros, los hijos, los nietos, por todo. No me importa mojarme y llevar sol, que no debería, pero ¡aquí estoy!"
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