Yuliana Uzcategui tiene 18 años y estudia comunicación social en la UAM. Ella es de Mérida pero esta residenciada en Valencia, por el Trigal. Actualmente se está moviendo con el movimiento estudiantil de la universidad y de vez en cuando la vemos en las marchas, en esta ocasión la fotografía no fue en la calle, fue en su universidad donde se encontraba haciendo una pancarta gigantesca del Movimiento Estudiantil para la campaña "¿Qué Sueñas Para Venezuela?" Esto hace de Yuliana, parte de los #RostrosDeLaResiliencia :
"Yo lucho por lo que quiero. Si pude luchar para irme de Mérida y estudiar lo que quiero hoy en día, creo que también tengo la capacidad de luchar por un país. Soy estudiante y quiero lograr algo siendo comunicadora social, pero necesito un país donde lograrlo y ese país más idóneo y el que yo quiero es Venezuela."
"Yo siempre que salgo pienso en mis sobrinos, son unos bebés, y pienso que ellos deberían tener esa niñez que yo tuve y que poco a poco se la han arrebatado. Pienso en mi hermano, que está en otro país y que me hace mucha mucha falta. Pienso en mi mamá, que se va el próximo mes. Pienso en mis tías que tampoco están. Pienso en mi abuela, que no puede vivir ni una vez tranquila pues todos los días se le sube la tensión o porque no consigue los medicamentos o porque piensa en los muchachos que están en la calle. Todas estas personas que mencione son mi motor para estar en la calle."
"No se puede cambiar al mundo, pero yo pienso que cada persona es un mundo y cada quién puede cambiar su mundo. Yo por lo menos cuando salgo a la calle, que es una demostración física al descontento que tengo, considero que a parte de esto hay que fomentar los valores, la tolerancia y eliminar ese odio que nos han cultivado. Esa es una lucha que se tiene día a día con la gente en la calle y queda de parte con cada persona, o por lo menos desde mi parte, hay que intentar que las personas abran un poco su mente y cambie su odio y todos esos sentimientos negativos que tenemos."
"Yo vengo de un lugar donde la gente es muy amable, muy dada, donde puedes contar con tus vecinos o alguien de la calle y aquí en Valencia a la gente le falta solidaridad. Aquí te pueden pegar un tiro en una manifestación y a muchas personas le va a dar igual verte tirado o no en la calle porque aquí son indiferentes. La gente en Valencia es muy vacía, les falta sentimientos. Tengamos menos palabras en la boca y más acciones en las manos."
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