miércoles, 24 de mayo de 2017

El Peor Amor Que He Conocido. Por: Manuela Dubuc




No la culpo por ser tan anhelada, es que nadie puede resistir sus encantos. Una vez que te fijas en ella, no hay fuerza en el mundo que te haga olvidarla a pesar de lo difícil, complicada y delicada que es. Todos los que se han enamorado de ella sufrimos. Queremos hacerla feliz, fuerte y más hermosa, pero tiene tantos problemas en ella.

Muchos no han visto lo que otros si han visto en ella, simplemente no han sentido esa atracción. A esas personas, ¡no las entiendo! Me frustra tanto que no vean lo que me enamoró de ella, lo que hace que no me rinda, a pesar de todos sus problemas. Supongo que esas personas son básicas y simples, buscan amores fáciles y bueno ella no es sencilla de tratar. Sin embargo, muchos de sus enamorados se han rendido, han tratado de buscar la solución para ayudarla a resolver sus problemas; pero la relación con ella es tan espontánea y poco certera, que por más que lo intenten ella sale con un tiro por la culata.

¡Es que es tan difícil su forma de ser! A esos, que ciegamente se enamoraron y les dio dolor dejarla, sí los entiendo, porque yo también he llegado a pensar que lo mejor para mi salud mental y emocional es dejarla. Pero su mirada, me grita auxilio en su máxima expresión.

Ella se ha rodeado de los peores seres humanos, se ha dejado influenciar por ellos. Fue tan inocente en pensar que esos hombres y mujeres que entraron en su vida realmente harían algo por ella. Cayó, tal cual, como si fuese una niña manipulada por el deseo de un caramelo ofrecido por un extraño. Le quitaron su inocencia y virtudes al instante, le quitaron sus riquezas y tesoros, la hicieron ignorante del conocimiento, la intoxicaron de dolor, miedo y odio. Quitándole eso, hicieron que me tratará como esas escorias la trataron a ella. Y a pesar de eso la amo incondicionalmente.

Desde antes de caer rendidamente a sus pies, me golpeaba en las calles, me arrebataba mis sueños, me hizo sentir una persona pequeña e indefensa ante sus maltratos. Me ha tratado tan mal, pero por más que quiera llorar las humillaciones que me ha hecho realmente la razón de mis sollozos son las injurias que ella sufre.

Me duele sus acciones, pero más me duele ella que es la principal víctima de estos abusos. La he visto sola deambulando por la calle, la he visto envenenada por los vicios, la he visto mendigando por dinero, trabajo y comida, la he visto desesperada gritando ayuda, llorando por las muertes que ha presenciado, la he visto golpeada, he visto como infringen sus derechos, como la privan de su libertad. La han violado, amordazado y torturado, incluso, desde mucho antes de este ciclo barbárico que comenzó en 1999. Gritó a todo pulmón al principio y no le hicieron caso los que la veían. Ella no es tonta, se dio cuenta de lo que le iba a pasar, pero jamás se imaginó que terminaría tan destruida y desamparada. Para cuando aparecí yo a auxiliarla, era demasiado tarde. El daño estaba hecho. La impotencia que me generó no poder hacer nada para auxiliarla, todavía la tengo.

Aún le tengo rabia a las personas que ignoraban su estado o sabían el daño que hacían. No entiendo como dejaron que cayeras en las manos de esas personas. No me cabe en la cabeza que todo lo que le está pasando ahorita sea por deseos humanos muy egoístas.

Más me ha hecho llorar verla así, que la forma que me ha tratado. Por ella he peleado con muchos de mis amigos y familiares, me reiteran que no vale la pena ese amor que siento por ella, están convencidos de que es un caso perdido, un amor pasajero, un amor doloroso y un amor que no es correspondido. Otros entienden mi situación, porque ellos estuvieron allí, sienten esa empatía de estar enamorados de ella, pero su consejo va hacia el camino de quienes me han dicho que no lo vale. Y muy pocos, están tan cegados del amor como yo.

Últimamente, he visto como muchos la han ayudado. Así se empieza con ella, primero la empiezas a ayudar, comienzas a darle soluciones a su problema, comienzas un proyecto con ella que la beneficiara en todos sus aspectos. Luego comienzas a sentarte horas pensado en ella, y en esta etapa comienzas a ver lo hermosa que es. Ves lo radiante que es cuando esta de humor, es demasiado alegre, solidaria y humilde. Me encantan sus anécdotas e historias, es graciosa y amable, cuando quiere. Posee una cantidad de sabiduría que no muchos han visto, tiene un conocimiento infinito y una cultura tan amplia y atesorada. Y así, sin darte cuenta, terminas enamorándote de ella, y no vas a poder salir de ese hechizo jamás.

Hoy, las personas que la ignoraban en la calle cuando deambulaba, la han visto. Unos empiezan ayudándola, otros simplemente saben que está allí y otros lamentan su situación, pero aún no tienen el valor para acercarse y ayudarla. Puedo asegurar que son más, ahora, los que la ayudan. Y esos que empezaron ayudándola, terminaran como yo seguramente.

Ella Nunca va a odiar, siempre está allí cuando estés triste. Recordarás todo lo bueno que tiene siempre, a pesar de todo. Recordarla te dará alas para que no te rindas. Ella es el peor amor que he conocido. He intentado olvidarla tantas veces, que he perdido la cuenta. He intentado odiarla, pero nuestro amor es cíclico. A pesar de que me ha tratado mal, me ha compensado con sus virtudes y valores. Me ha enseñado tanto y me ha dado todo, le agradezco mis males y mis virtudes. Ella me ha quitado esperanza, pero yo se la he dado cada día. Sus imperfecciones son lo que la hace tan ideal para mí.

Llevo su luz y su aroma en mi piel, llevo en mi sangre la espuma de su mar y su horizonte en mis ojos. Tan hermosa como una orquídea y radiante como un araguaney. Si bien se ha rodeado de personas nefastas, hay hombres y mujeres que darían la vida por ella y que quieren ver la hermosura que saben que existe en ella, porque personas que no la han conocido se deleitan con la belleza que transmite cualquier fotografía de sus paradisiacas curvas.

Ella es el peor mal que hay en mi vida y la que nunca abandonaría.

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